En una serie de eventos recientes, Kanye West, ahora conocido como Ye, desactivó su cuenta en la plataforma de redes sociales X (anteriormente Twitter) luego de una serie de publicaciones controvertidas y ofensivas. Estas publicaciones incluían comentarios antisemitas, autoidentificación como nazi y críticas a varias figuras públicas. La situación ha generado una importante atención pública y ha provocado respuestas tanto del propietario de la plataforma, Elon Musk, como de otras personas notables.
Las publicaciones polémicas
Durante tres días, Ye se dedicó a publicar una serie de mensajes que muchos han calificado de llenos de odio y ofensivos. Entre ellos, manifestó su admiración por Adolf Hitler, afirmando: “Amo a Hitler” y “Soy un nazi”. También criticó a su rival de toda la vida, Taylor Swift, criticando su aparición en los Grammy 2025, donde se la vio bailando una canción de Kendrick Lamar. Ye acusó a los medios de comunicación de utilizar a Swift para socavar a los hombres negros, refiriéndose a ella como “cantando una canción sobre derribar a un hombre negro”.
Además de estos comentarios, Ye hizo varios comentarios antisemitas, entre ellos, “Nunca me disculparé por mis comentarios judíos”. También expresó su apoyo a Sean “Diddy” Combs, quien enfrentaba graves cargos legales en ese momento, exigiendo su liberación y refiriéndose a él como su “ídolo”.
La respuesta de Elon Musk
Elon Musk, el propietario de X, se refirió a las publicaciones de Ye etiquetando su cuenta como “No apta para el trabajo” (NSFW, por sus siglas en inglés), una clasificación que reduce la visibilidad del contenido de la cuenta. Musk afirmó: “Teniendo en cuenta lo que ha publicado, su cuenta ahora está clasificada como NSFW. Ya no deberías ver eso”.
A pesar de esta acción, Ye continuó publicando, expresando su deseo de mantener su presencia en la plataforma. Escribió: “MIENTRAS TUITEO EN PALABRAS CLAVE, BESO EL TRASERO DE ELON Y LE SUPLICO QUE NO CANCELE MI CUENTA”. En un video posterior, Ye afirmó estar en un “espacio positivo” y describió su ola de publicaciones como “catártica”, afirmando que no se arrepentía de sus comentarios.
Reacción pública y llamados a la acciónLas publicaciones de Ye provocaron indignación y preocupación generalizadas. El actor David Schwimmer, conocido por su papel en “Friends”, pidió públicamente a Elon Musk que eliminara a Ye de la plataforma. Schwimmer, que es judío, describió los comentarios de Ye como “bilis llena de odio e ignorancia” y enfatizó las consecuencias en el mundo real de tal retórica, afirmando: “Su discurso de odio enfermizo resulta en violencia REAL contra los judíos”.
La Campaña contra el Antisemitismo también instó a Musk a tomar medidas, destacando el potencial de que los comentarios de Ye inciten a la violencia y fomenten el antisemitismo.
Desactivación de la cuenta de Ye
En medio de la creciente reacción negativa, Ye anunció que “cerraría la sesión de Twitter” y posteriormente desactivó su cuenta. En su publicación final, expresó su gratitud a Elon Musk por permitirle expresar sus puntos de vista y escribió: “Aprecio que Elon me haya permitido desahogarme”. Comparó su experiencia en la plataforma con un “viaje espiritual”, indicando que había sido una experiencia catártica para él.
Contexto e implicaciones
Este incidente no es la primera vez que Ye enfrenta críticas por sus declaraciones. A fines de 2022, hizo una serie de comentarios antisemitas que llevaron a la rescisión de varias asociaciones comerciales y una condena generalizada. Sus comentarios recientes han reavivado las preocupaciones sobre la influencia de las figuras públicas en la difusión del discurso de odio y las responsabilidades de las plataformas de redes sociales en la moderación de contenido.
La respuesta de Elon Musk a la situación ha generado reacciones encontradas. Mientras que algunos aprecian la clasificación de la cuenta de Ye como NSFW, otros sostienen que se deberían haber tomado medidas más decisivas, como la suspensión o prohibición, para evitar la difusión de contenido dañino. Este incidente pone de relieve los desafíos actuales que enfrentan las plataformas de redes sociales para equilibrar la libertad de expresión con la necesidad de prevenir la difusión de discursos de odio y desinformación.
En conclusión, la desactivación de la cuenta X por parte de Ye tras una serie de publicaciones controvertidas pone de relieve la compleja interacción entre la influencia de las celebridades, las plataformas de redes sociales y el discurso público. A medida que la situación sigue evolucionando, sirve como recordatorio de la importancia de una comunicación responsable y de las posibles consecuencias de una retórica sin control en la era digital.