Noticia trágica: Paris Hilton deja Estados Unidos y se va a Brasil tras las constantes burlas de su hijo
En un desgarrador giro de los acontecimientos, la familia Hilton ha confirmado que Paris Hilton, otrora emblema de la cultura y el glamour de las celebridades estadounidenses, ha abandonado Estados Unidos para refugiarse en Brasil tras meses de brutal acoso en línea contra su hijo pequeño. La decisión, que ha dejado atónitos a fans y amigos, llega tras lo que fuentes familiares describen como “agotamiento emocional, impotencia y un profundo deseo de proteger a su hijo”.
El problema comenzó poco después de que Hilton, de 43 años, compartiera las primeras imágenes públicas de su bebé, Phoenix Barron Hilton Reum, en redes sociales. Lo que se suponía que sería un momento de alegría se convirtió rápidamente en una pesadilla cuando troles y críticos comenzaron a burlarse de la apariencia del niño, desatando una ola de comentarios crueles que cuestionaban todo, desde sus rasgos físicos hasta las decisiones de crianza de Hilton. A pesar de sus intentos por ignorar la negatividad y responder con gracia, el incesante torrente de burlas le pasó factura.
“Está desconsolada”, dijo una amiga cercana de la familia que pidió el anonimato. “Se suponía que este sería el capítulo más feliz de su vida —ser madre, criar a su hijo con amor— y, en cambio, se convirtió en una pesadilla de la que no pudo escapar”.
Al principio, Paris Hilton intentó defenderse. En emotivas historias de Instagram y entrevistas, condenó el abuso en línea y defendió a su hijo con fiereza. “Mi ángel es perfecto. Está sano, es amado y es la mayor bendición que he recibido”, escribió en una publicación que generó tanto apoyo como críticas. Sin embargo, ni su fama, su riqueza ni sus recursos pudieron protegerla de las heridas emocionales de ver a su bebé en el centro de la burla mundial.
Fuentes cercanas a la familia Hilton revelaron que, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse fuerte, Paris comenzó a mostrar signos de grave angustia emocional. “Se sentía impotente”, compartió otra fuente. “Por muchos comentarios positivos o mensajes de apoyo que recibiera, los de odio la seguían. No podía dormir, dejó de aparecer en público y se aisló de los eventos importantes. El brillo de sus ojos se había esfumado”.
A principios de abril, tras consultar con su esposo Carter Reum y un equipo de terapeutas, Hilton tomó una decisión que impactó incluso a sus allegados: abandonaría Estados Unidos, al menos temporalmente, y se mudaría a Brasil. Según sus representantes, la decisión no fue fácil. «Paris siempre ha amado Brasil: su cultura, su gente, su energía», declaró un portavoz. «Pero esto no son vacaciones. Es una madre protegiendo a su hijo. Necesitaba escapar del ruido, la presión y la crueldad».
Los medios brasileños ya han reportado avistamientos de la heredera en una finca privada a las afueras de Río de Janeiro, donde se cree que reside con su hijo y un pequeño equipo de confianza. Los fans locales han respetado su privacidad, y varias celebridades brasileñas le han brindado su apoyo público, recibiéndola con calidez y empatía. “Aquí, puede ser simplemente una madre”, dijo un periodista local. “No un titular”.
En Estados Unidos, la reacción a la salida de Hilton ha sido mixta. Si bien muchos fans y celebridades la han apoyado, condenando el acoso y ofreciéndole mensajes de amor y apoyo, otros siguen debatiendo la ética de la crianza de hijos por parte de famosos en la era digital. ¿Cuánto de un hijo debería compartirse en línea? ¿Dónde está el límite entre el interés público y la crueldad privada?
Los expertos afirman que el caso Hilton forma parte de la creciente preocupación en torno al “sharenting” (el acto en que los padres comparten imágenes de sus hijos en línea) y las consecuencias imprevistas que pueden surgir cuando la fama se fusiona con las redes sociales. “Paris no es ni de lejos la primera madre famosa en enfrentar críticas”, declaró la crítica cultural Mariah Jensen. “Pero lo que les sucedió a ella y a su hijo es un nuevo nivel de toxicidad. No me extraña que se marchara”.
Mientras Paris Hilton se adapta a un nuevo ritmo de vida en Brasil, sigue siendo incierto cuándo, o si, planea regresar a los EE. UU. Por ahora, según se informa, está concentrada en el bienestar de su hijo, su salud mental y en reconstruir una sensación de paz lejos de los focos de atención que una vez la definieron.
En un breve mensaje publicado en su Instagram antes de guardar silencio, Hilton escribió: «Hago lo mejor para mi bebé. Eso es lo único que importa. Gracias a quienes me comprenden».
Y con eso, la heredera más famosa del mundo se despidió, no en un escándalo, no en desgracia, sino con un corazón roto en silencio, eligiendo el amor y la seguridad por sobre la fama.